Adicción al trabajo
El trabajo aparte de ser nuestra fuente más habitual de ingresos posee otras características que influyen en la salud mental de las personas: estructura el tiempo diario, nos permite desarrollar determinado nivel de actividad, nos proporciona relaciones sociales y un sentido de la utilidad (hace que nos sintamos útiles). Por ello, es bastante evidente que necesitamos determinado nivel de trabajo (número de horas semanales, tiempo global de dedicación, esfuerzo invertido....) para mantener nuestro nivel de autoestima. Pero la llamada sociedad de consumo influye con fuerza potenciando en muchos individuos una progresiva mayor dedicación al trabajo o incluso la búsqueda de un trabajo añadido (pluriempleo) en aras a aumentar los ingresos y poder aumentar también el nivel de consumo reduciendo al mínimo el tiempo libre o de ocio. Además, la competitividad de un mercado cada vez más globalizado y el uso cada vez mayor de las tecnologías de la comunicación y la información hacen que se pueda trabajar desde cualquier lugar y en cualquier momento incidiendo en la total “disponibilidad” laboral del trabajador.
Es en este contexto donde se puede dar un trastorno psicológico que se caracteriza básicamente por una pérdida de control sobre la actividad desarrollada en el trabajo: la adicción al trabajo(laborodependencia).