VIOLENCIA DE PAREJA: PERFIL PSICOLÓGICO DEL AGRESOR

09.03.2010 21:48

    Ha habido un esfuerzo considerable por identificar tipos de agresores, pero todavía se carece de datos empíricos sólidos en apoyo de una tipología. A falta de un perfil bien fundamentado, los maltratadores pueden ser: a) personas machistas; b) sujetos inestables emocionalmente y dependientes, que se vuelven peligrosos si la mujer corta la relación; c) personas adictas al alcohol o las drogas, en donde la adicción actúa como un desinhibidor; y d) hombres con un trastorno de personalidad que disfrutan pegando o que, al menos, no tienen inhibiciones para hacerlo. Así, los trastornos de personalidad más frecuentemente encontrados han sido el antisocial, el límite y el narcisista. Se han dado incluso tipologías de agresores en función de los trastornos de personalidad  que han de sugerir líneas de intervención terapéutica específicas acordes con ella. Se trata, en último término, de proponer programas de intervención a la medida según el tipo de trastorno de personalidad experimentado (White y Gondolf, 2000).Se han desarrollado en Estados Unidos y Canadá algunos instrumentos de evaluación para medir el riesgo de agresión a la pareja, como el Spousal Assault Risk Appraisal Guide (SARA) (Kropp, Hart, Webster y Eaves, 2000) o el Danger Assessment (DA) (Campbell, 1995), e incluso para predecir el riesgo de muerte de la pareja, como la Escala de Femicidio (Kerry, 1998).

 

    La SARA ha sido recientemente adaptada en España por el Grupo de Estudios Avanzados en Violencia (Andrés Pueyo y Redondo, 2007; Andrés Pueyo, López y Álvarez, 2008). En un intento por evaluar el riesgo de violencia de pareja en nuestro contexto, nuestro grupo (Echeburúa, Fernández-Montalvo y Corral, 2008b) ha creado la Escala de Predicción de Riesgo de Violencia Grave contra la Pareja (EVP), que se diferencia de la SARA en que se centra en la predicción del riesgo de homicidio o de violencia grave (no meramente de violencia), en que no se limita al riesgo de agresión a la esposa (sino a la pareja), en que establece unos puntos de corte que permiten cuantificar el riesgo y en que intenta ser un reflejo de la situación cultural existente en Europa (en donde, por ejemplo, el uso de armas o el contexto de la familia son diferentes que en Norteamérica).  Desde una perspectiva terapéutica, se ha observado también un interés creciente por el tratamiento psicológico de los agresores, tanto en el medio comunitario (Echeburúa y Fernández-Montalvo, 1997) como en prisión (Echeburúa, Fernández-Montalvo y Amor, 2003; 2006).

    

                                            Fernández-Montalvo  y Enrique Echeburúa


Haz tu página web gratis Webnode